Don Px cosecha
Es un vino de color verde ambarino, de lágrima pesada. Sin agitación el vino muestra sensaciones de fruta pacificada, higos, orejones, dátiles y uvas pasas. El alcohol abre el camino a olores de miel, cacao y sensaciones ligeramente cítricas sobre un fondo de raquis. Al ataque encontramos un vino goloso, de ardiente dulzura que nos traslada de inmediato a las paseras de P.X. El paso de boca es amplio, llena el gusto, pleno de sensaciones. El final es largo, untuoso, persistente. Perduran gustos amargos y ligeramente astringentes que recuerdan a la algarroba, que funden en equilibrio, con el sabor de la pasa, la miel y los dátiles.
Sírvase muy frio en vaso de licor. Su conservación mejora con el tiempo, incluso abierto. Por si solo es un excelente postre, aunque puede acompañar perfectamente quesos azules, pastas, helados o la fruta del tiempo.
Desde su inicio en la vendimia hasta finales de agosto, la uva pedro Ximénez es llevada a terreno arenoso para realizar el proceso de pasificación. En su elaboración, compleja por ser uva pacificada, se utiliza prensa hidráulica. Se obtienen un mosto dulce para que, después de su fermentación parcial, se añada alcohol vínico rectificado de primera calidad, reposando como mínimo un año en depósitos inoxidables para la decantación, ya que este vino no está sometido a filtraciones para su alta densidad.