Porta Do Miño es un licor de hierbas que ha pasado de bebida barata, popular y plebeya a convertirse en un producto de lujo. Hoy el «orujo» se codea con los grandes marc franceses y la mejores grapas italianas. Atrás ha quedado el mito gastronómico del orujo anónimo,descontrolado, áspero, seco, potente, que, en algún caso, era capaz de llevarse al audaz bebedor por delante. Es cierto que los había buenos, aunque eran cada vez más difíciles de encontrar. Y es que el noble oficio del aguardenteiro ambulante cargado con su pota, ha ido desapareciendo o degenerando, suplantado por la elaboración industrial. Sin embargo, parte de ese arte milenario, transmitido de padres a hijos, se ha conservado en los nuevos orujos gallegos.